El campo español vuelve a ser víctima de numerosos robos, incluso dentro de las propias fincas. De ahí que asociaciones como la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja haya solicitado medidas urgentes. Pero llueve sobre mojado, porque en 2019 esta asociación ya mantuvo una reunión con el delegado del Gobierno; incluso a finales del pasado año expresó su malestar por la sucesión de robos y asaltos en La Rioja Alta. Ahora, ese malestar ha llegado al sindicato de Rioja Baja (Quel) y de Rioja Media.
Se denuncia, concretamente, el robo de postes de emparrado, hierro de aperos de labranza, gasóleo, etc. Y ahora, que se está recogiendo la cereza, preocupa el robo de la misma. Además, tras las fuertes heladas de abril, su precio se ha visto incrementado y también el interés de los ladrones, que han llegado a arrancar ramas enteras con las consecuencias que eso tiene. Lo mismo ocurre en otras comunidades autónomas de nuestra geografía, donde los frutos están siendo sustraídos.
En este sentido, y ante la gravedad de los hechos, se reclaman medidas urgentes. Por ejemplo, la actuación de la Guardia Civil, tanto para esclarecer los hechos como para disuadir a los ladrones, así como reuniones con representantes del Gobierno de cada comunidad autónoma.
Los agricultores se sienten indefensos, además, padecen la crisis que atraviesa el sector a causa de la subida de los insumos. Y no solo eso, como en años anteriores, sufren robos en sus diferentes cultivos. En definitiva, el campo español se ve amenazado y exige protección.
Ante esta situación, se recomienda presentar la correspondiente denuncia. En primer lugar, porque así se podrá facilitar la protección necesaria y, por otro lado, porque si se tiene asegurada la cosecha, al propietario de la misma le van a solicitar dicha denuncia.