El campo es testigo de accidentes, tanto durante el desarrollo de las labores agrícolas como en los traslados. Esto puede acarrear consecuencias muy graves, como asfixia, aplastamiento, amputaciones, etc. El vuelco del tractor es el siniestro más frecuente. En las parcelas hay un mayor número de casos que en los caminos y carreteras, ya que las tareas se realizan en solitario y algunas en terrenos inclinados y abruptos.
En este sentido, la prevención es el mejor plan. A esta conclusión ha llegado el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, promulgando una campaña cuyo fin es promover medidas que conviene tener en cuenta.
Para evitar vuelcos, hay que prevenir, sin duda. Pero, además, una formación óptima es indispensable, de manera que un buen dominio y manejo del tractor hagan más segura la conducción. Recordemos que un tractor es un vehículo especial con un peso y unas dimensiones muy distintas a las de un automóvil. Basta decir que arrastrar un remolque o un apero genera inercias que hay que saber controlarlas.
El parque de tractores español es de los más antiguos de Europa. Según la última estadística, el 20% tiene más de 40 años. Por eso, precisamente, renovar el tractor es muy aconsejable, pues los nuevos modelos incorporan cabinas homologadas que ofrecen una mayor protección al operador, presentan una gran mejora en ergonomía para evitar lesiones y cuentan con un equipamiento de seguridad más completo. Todo ello favorece, además, que el trabajo realizado sea más rentable.
En definitiva, la agricultura puede ser menos accidentada. Tomando medidas de prevención, se pueden evitar situaciones que ponen en riesgo la vida.
Contra la siniestralidad laboral #LaPrevenciónEsElMejorPlan