Para trabajar el suelo cultivable se requieren unos neumáticos de naturaleza especial. Por cualidades y por dotaciones. Su estructura puede ser radial o diagonal. Factores como la calidad, la tracción, el agarre o la compactación del suelo se deben tener en cuenta a la hora de fabricarlos. Para ello, el neumático agrícola pasa por un exigente banco de pruebas antes de llegar al mercado. Analicemos por separado cada uno de estos factores.
Un neumático sale redondo cuando lo contempla todo
La calidad, en primer lugar, es primordial para lograr un perfecto acabado. El caucho constituye la materia prima a la hora de elaborar un buen compuesto, fiable y duradero. A partir de ahí, el neumático toma forma con un diseño específico, donde la banda de rodadura tiene un papel destacado. Se trata de la sección de la rueda que está en contacto directo con el suelo.
La tracción es determinante para impulsar el trabajo. Un tractor, por ejemplo, puede arrastrar un apero o un remolque por superficies muy distintas. El neumático agrícola reúne las condiciones para adaptarse con versatilidad a las labores en campo o al transporte por carretera.
Perfil de un neumático agrícola
El agarre favorece el equilibrio. Sujetarse al terreno, evitando deslizamientos, es primordial para ejercer la actividad agrícola, incluso el confort en la conducción se ve favorecido. Por el contrario, la falta de agarre provoca balanceos. Asimismo, la autolimpieza del neumático agrícola contribuye a incrementar la adherencia. En este sentido, el tamaño de los tacos y su disposición determinan que el neumático evacúe más o menos tierra. Cuanto más limpio esté, más eficiente se mostrará.
La excesiva compactación deja huella
La compactación del suelo tiene trascendencia. Entre otras cosas porque provoca su erosión y una pérdida de nutrientes que son necesarios para los cultivos, es más, se bloquea la infiltración del agua, reduciendo la porosidad y también la aireación del suelo. Por eso, un neumático que distribuye el peso de forma homogénea reduce el efecto de aplastamiento. Esto es fundamental, sobre todo, en tractores de alta potencia.
La presión de los neumáticos influye en el comportamiento del vehículo agrícola, así como en el consumo de combustible. Es recomendable controlarla de forma sistemática. Por cierto, los neumáticos más innovadores incorporan sensores de presión que permiten detectar posibles pérdidas, incluso algunos llevan un sistema de inflado. Tienen un aire inteligente.
Cabe recordar que un neumático en mal estado puede tener consecuencias negativas. Si hay vibraciones, los componentes de la máquina se pueden ver afectados sufriendo serios daños. Lo mismo ocurre con la seguridad del operador, cuya integridad estaría comprometida.
La sostenibilidad debe ser una prioridad
Aparte de estos factores, un buen neumático debe trabajar en favor de la agricultura sostenible. Marcas especializadas, como Trelleborg, ponen en valor este aspecto a lo largo del proceso de fabricación. El resultado en un producto de primera categoría que responde en firme. Sus altas prestaciones permiten satisfacer al profesional más exigente.
En LISTE Maquinaria conocemos la importancia que tiene saber elegir el neumático más adecuado para rendir al máximo nivel. La variedad de trabajos en una explotación, así como los distintos tipos de suelo, influyen en la decisión de poner unos u otros. Por eso, ofrecemos un consejo profesional a nuestros clientes, además, les informamos sobre su correcto mantenimiento. Apostamos por las marcas de calidad porque ofrecen mayores garantías en cualquier campo.