Lo dicen los datos, casi el 40% de los viticultores de España se encuentra en Galicia. Son 219.356 para ser exactos, según un estudio de la OIVE (Interprofesional del Vino de España) publicado en Campo Galego. Dicha cifra refleja la gran presencia que tiene el cultivo de la vid en esta comunidad autónoma.
Perfil de los viticultores gallegos
Si observamos el perfil de los viticultores, la gran mayoría son microempresas y están muy repartidas por toda su geografía. Por cierto, tan solo el 7% trabaja en régimen de cooperativa. Destacan las provincias de Pontevedra y Ourense, donde se concentra el 82,5% de la superficie de viñedo y el 86,7% de la producción de vino. Hay actividad en unos 150 concellos, con más de 33.000 hectáreas. Se trata de minifundios, los cuales tienen la gran ventaja de fijar población en el medio rural.
El minifundismo es la clave del éxito del vino gallego. Las razones son obvias: hay una gran riqueza genética de variedades y también una enorme parcelación. Por cierto, son más fáciles de acotar las viñas selectas para la elaboración de gamas altas, por lo que las bodegas se superan cada año con vinos de mayor calidad.
Diversidad y Calidad de la Materia Prima
La materia prima es excelente para la elaboración de buenos caldos, además, existen muchas variedades de uva, tanto blanca como tinta. Entre las más destacadas figuran la Albariño, la Mencía, la Godello, la Caíño, la Loureira… Todas ellas son muy apreciadas por sus propiedades y por los distintos matices que aportan.
Para conocerlas en profundidad, es muy recomendable la Guía de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia, creada por Luis Paadín. Incluye mucha información técnica y de cata sobre la litología, el clima, la genética de las uvas… Lleva más de 1.500 fichas de vinos y destilados.
Las tendencias del mercado tienen la palabra. Se están demandando vinos más frescos, con menos estructura y más bajos en alcohol. Aquí encajan los espumosos, blancos y rosados; de ahí el potencial del vino gallego. Este cambio en los hábitos de consumo supone toda una oportunidad. La cuestión es mantener la diversidad, entender los suelos y también los climas para después trasladar su esencia al interior de cada botella. El patrimonio enológico da para mucho.
Como algo significativo, sorprenden las plantaciones en bancales de la Ribeira Sacra, cuya vendimia es muy peculiar debido a lo escarpado del terreno. La tradición es larga, puesto que hay vestigios de época romana en el lagar rupestre de Santa Lucía de Astariz (Castrelo do Miño).
Contribución Económica y Exportación
Más datos. El sector vitivinícola representa el 1,4% del PIB gallego, lo cual da una idea de la importancia del mismo. Las actividades de viticultura, elaboración y comercialización de vino suponen alrededor de 890 millones de euros al año de VAB (Valor Añadido Bruto). Si lo contemplamos de forma desglosada, 484 millones son una contribución directa del sector; 208 son generados por otras actividades de suministro, como energía o transporte; y 198 son de efecto inducido.
En materia de exportación, hay mucho negocio. Los principales mercados son Estados Unidos y Reino Unido. Las 5 denominaciones de origen gallegas cruzan fronteras para satisfacer los paladares más exigentes: Rías Baixas, Ribeiro, Monterrei, Ribeira Sacra y Valdeorras. Bajo estas denominaciones encontramos vinos con unas cualidades muy marcadas que los hacen diferentes, como la frescura y también el equilibrio entre acidez y capacidad aromática.
Generación de Empleo y Turismo Enológico
En el plano laboral, cabe decir que este sector genera 15.900 empleos a tiempo completo, de los cuales más de la mitad son puestos de trabajo directos. Asimismo, es digno de mención el turismo enológico, que fomenta la cultura del vino con catas en bodegas y bonitos recorridos por los viñedos.
El vino gallego pasa por un buen momento. No obstante, se ve amenazado por el cambio climático, el relevo generacional, las enfermedades de la vid, etc. Por tanto, hay que contemplar el sector desde una perspectiva empresarial más madura, desarrollando grandes estrategias y siendo más proactivos a la hora de comercializarlo. Por otro lado, se están recuperando variedades ancestrales, para lo cual se buscan clones de ciclos más largos con el fin de afrontar los picos de calor estival.
En LISTE Maquinaria apostamos por el producto local, que es fruto de la tierra, como la uva. En este sentido, para el cultivo de la vid la mecanización es clave en todas sus fases. Hay tractores especializados y también aperos que aportan agilidad, rapidez y precisión a las tareas propias de esta actividad. Los viticultores están cosechando éxitos en Galicia y cada vez son más.