José Manuel Peña, científico titular en el Instituto de Ciencias Agrarias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es especialista en teledetección para monitorización de cultivos y uno de los expertos de primer nivel invitados a participar como docente en uno de los módulos del Máster de Agricultura Digital e Innovación Agroalimentaria que se desarrolla en la Universidad de Sevilla.
El Máster propio de Agricultura Digital e Innovación Agroalimentaria de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Sevilla finaliza el módulo 2 de su programa, dedicado a la Geomática avanzada y al uso de drones en la agricultura.
Con motivo de este hito, entrevistamos a José Manuel Peña, científico titular en el Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), especialista en teledetección para monitorización de cultivos, y uno de los expertos de primer nivel invitados a participar como docente en este módulo del Master propio de Agricultura Digital e Innovación Agroalimentaria.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación de su grupo actualmente?
Pertenezco al grupo de ‘Tecnologías geoespaciales y de precisión para una agricultura sostenible (tec4AGRO)’, cuyo principal objetivo es estudiar los factores que afectan al desarrollo espacial y temporal de los cultivos y de sus principales amenazas fitosanitarias.
Para estos estudios, utilizamos diversas tecnologías de monitorización, como, por ejemplo, teledetección y drones, sensores próximos y algoritmos específicos para el análisis de imágenes y datos geoespaciales.
Asimismo, proponemos la combinación de estas tecnologías avanzadas y de sistemas de soporte a la decisión para aplicar estrategias de agricultura de precisión en protección de los cultivos, es decir, mediante el uso de sistemas inteligentes como pulverización a dosis variables y control localizado de malas hierbas.
El objetivo final es contribuir al desarrollo de sistemas de producción agraria más sostenibles, con una menor dependencia en el uso de productos fitosanitarios, una mayor eficiencia económica y energética y un menor impacto ambiental.
¿Qué grado de implantación tienen hoy en día estas soluciones en el sector agrícola?
El nivel de madurez de esta tecnología es elevado, y se puede considerar que está preparada para su explotación a nivel comercial; de hecho, sistemas como la detección de malas hierbas y la aplicación variable de herbicidas está ya implantado en algunos equipos inteligentes de pulverización de empresas agrícolas muy populares.
El uso de otras herramientas, como los drones, está muy avanzado a nivel de investigación, aunque su explotación real en el sector agrícola es más limitada. En cualquier caso, estás tecnologías son aún recientes, y es necesario algo más de tiempo para que su implantación en el sector agrícola se generalice.
Muchas empresas interesadas en estas tecnologías están aún estudiando un modelo de negocio óptimo que les permita adaptarse a las exigencias del sector y les permita rentabilizar su actividad.
De las tecnologías con las que trabajan ¿cuáles considera que tienen un mayor potencial para llegar al profesional agrícola a corto o medio plazo?
Algunas tecnologías como los sistemas de posicionamiento global (GPS) y diversos sensores embarcados en la maquinaria agrícola ya están bastante extendidos en el sector, sobre todo entre agricultores y empresas más tecnificadas.
A corto y medio plazo, creo que el uso de imágenes remotas, bien de satélite tipo Sentinel, o bien de drones, pueden implantarse con cierta facilidad. De hecho, existen ya empresas que facilitan estas imágenes a través de plataformas de internet basadas en Sistemas de Información Geográfica (SIG).
La maquinaria de tratamientos localizados y variables adaptados al dosel del cultivo o a la presencia de malas hierbas también es una realidad que irá llegando paulatinamente al profesional agrícola.
¿Cree que supondrán una revolución en la forma de trabajar?
Sin duda, estoy convencido de que la revolución tecnológica está llegando al sector agrícola para quedarse y, por tanto, cambiará de manera notable la forma de trabajar.
Se habla de la agricultura 4.0 como una nueva era en la producción agrícola, en donde la tecnología interaccionará con el cultivo para ayudar al agricultor en la toma de decisiones, y facilitar la ejecución de las múltiples tareas de manera inteligente y, por tanto, más eficiente y sostenible.
Recientemente, ha participado en el Máster propio de Agricultura Digital e innovación agroalimentaria de la Universidad de Sevilla. ¿Cuál es su visión sobre estas iniciativas formativas enfocadas en el uso de las nuevas tecnologías en la agricultura?
Considero que son imprescindibles para formar al agricultor, técnico o asesor agrícola del futuro, aunque ya se podría decir que del presente, y que pueda explotar las enormes posibilidades que ofrece la tecnología en pro de realizar una agricultura más eficiente y competitiva.
Algunas de las mejores Escuelas Universitarias en Ingeniería Agraria del mundo ya imparten este tipo de formación, por lo que la realización de este Máster propio en la Universidad de Sevilla es una buena oportunidad para que los estudiantes se sitúen a la vanguardia en su especialidad.
Si tuviera que recomendar a los alumnos del Máster dos tecnologías en las que centrar su formación, ¿cuáles serían?
Una tecnología sería el uso e interpretación, aunque sea a nivel usuario, de imágenes remotas obtenidas con satélite y drones, ya que existe un elevado interés de la Unión Europea en implantar la teledetección en el control de ayudas al sector (nueva PAC) y, por tanto, esto facilitará la implantación de empresas que ofrezcan servicios en este sentido.
Otra tecnología, quizá más compleja, es el uso de algoritmos avanzados de análisis de datos basados, por ejemplo, en aprendizaje automático, ya que la posibilidad de disponer de una inmensa cantidad de datos de la parcela agrícola es cada vez mayor, y el desafío estará en saber analizarlos y tomar decisiones de interés para el manejo del cultivo.
Ambas tecnologías ofrecerán un valor añadido que hará muy competitivo al usuario que sepa manejarlas bien.
¿Piensa que en los próximos años veremos surgir nuevos perfiles profesionales relacionados con las TICs en el sector agroalimentario?
En los próximos años, las TICs y tecnologías afines serán imprescindibles en el sector agroalimentario, y no será fácil ser competitivo sin tener una formación y experiencia adecuadas en estos temas.
Fuente: https://www.interempresas.net