La figura del jefe de explotación tiene una gran importancia en el sector agropecuario. Es la persona que se encarga de las actividades financieras y de producción, lo que implica una gran responsabilidad. Supone llevar el día a día de la explotación, algo que requiere, entre otras cosas, tener una gran capacidad de gestión. Generalmente, el jefe de explotación coincide con el titular de la misma, aunque también puede serlo un miembro de la familia del titular e incluso otra persona asalariada.
Para el perfecto desarrollo de sus tareas, la formación es esencial. Una explotación exige tiempo, dedicación, constancia y una serie de conocimientos. Todo ello influirá decisivamente en su buena marcha. Sin embargo, el porcentaje de jefes de explotación con formación reglada específica es muy bajo, no llega al 25% en ninguna de las comarcas españolas. En otras palabras, la profesionalización es determinante.
Según los datos del último censo, la edad por rangos de población sigue creciendo, lo que refleja el envejecimiento del campo español y la falta de relevo generacional. En este sentido, son pocos los jóvenes que deciden incorporarse a este sector como jefes de explotación. Así lo revelan los datos, puesto que en ninguna comarca española se alcanza el 40% de jefes de explotación menores de 45 años.
Por otro lado, hay pocas mujeres como jefas de explotación. En la mayoría de las comarcas su presencia sigue siendo inferior a la de los hombres. En Galicia, el porcentaje de mujeres que son jefas de explotación es el más elevado de España, incluso algunas comarcas registran más mujeres que hombres desempeñando esta función. En total, hay más de 36.000 jefas de explotación, cifra que aumentará según las previsiones. Por provincias, Pontevedra se sitúa a la cabeza, seguida de A Coruña, Lugo y Ourense. Esto dice mucho de la capacidad de trabajo y el espíritu emprendedor de la mujer gallega.
El mérito es aún mayor porque las mujeres tienen más dificultades para acceder a créditos, formación y tecnología. En definitiva, su contribución al sector agropecuario es notable, lo que merece un reconocimiento por su intensa labor a pie de campo.