La sequía está dejando una profunda huella por toda nuestra geografía. Los embalses rozan mínimos históricos, es más, muchos han tocado fondo. Esto supone un problema muy serio que nos obliga a adoptar medidas urgentes, no solo para aprovecharla al máximo, sino también para reaprovecharla con los debidos tratamientos.
Una recomendación de la Comisión Europea
Las aguas residuales, por ejemplo, se pueden emplear para el riego agrícola, convirtiéndose así en una fuente de vida. La Comisión Europea lo ha recomendado con el objetivo de hacer un uso más eficiente de los recursos hídricos y fomentar la sostenibilidad. Dicha recomendación ya la ha puesto en práctica el Cabildo de Tenerife, de manera que el cien por cien de las aguas residuales urbanas de Adeje y Arona se aprovecharán para producir agua regenerada de calidad, cuyo fin es abastecer al sector primario de la comarca sur de la isla.
El presidente del Cabildo de Tenerife, así como los alcaldes de Adeje y Arona, visitaron las obras de la nueva Estación Desalinizadora de Agua Salobre ubicada en Adeje. La comunicación fue muy fluida, expusieron sus ventajas y lo mucho que puede aportar. También acudió el consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha Contra el Cambio Climático, quien añadió que este tipo de proyectos son clave para la economía circular; su trascendencia es enorme.
Una solución real gracias a las estaciones depuradoras y desalinizadoras
Invertir en esta clase de estaciones es esencial para hacer posible el abastecimiento de agua allí donde hace falta. No obstante, hacer un uso responsable y demostrar compromiso son actitudes que tienen que calar en la sociedad. De igual manera, las instituciones públicas deben hacer un seguimiento exhaustivo de las instalaciones de suministro de agua y realizar un correcto mantenimiento para no que no se desperdicie nada.
La falta de agua es más que evidente. A partir de ahí, nos vemos obligados a reaccionar en consecuencia; sabemos que es indispensable a todos los niveles. Ahora, más que nunca, la sequía exige tomar conciencia sobre un bien cada vez más escaso. La depuración o la desalinización del agua son alternativas muy válidas y pueden convertirse en una fuente de vida, por ejemplo, para nuestros campos.